Nuevos liderazgos de marca empresarial

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La marca es considerada, hoy en día, sinónimo de experiencia y de relación. Es un ente abstracto, un activo intangible que otorga personalidad y credibilidad a la empresa o producto y, no hace falta decirlo, beneficios empresariales cuantificables.

Ante la importancia de la marca en los mercados, cuidar y trabajar la marca global, significa tener conciencia de la capacidad de los trabajadores para liderarla. Hablamos del empoderamiento de la marca, la gestión de marca que realizan los trabajadores con la creación de contenidos informativos relevantes, personales y profesionales a través de sus propios canales de comunicación, una relación compleja que la organización tiene que gestionar.

El impacto de los mensajes que realizan los trabajadores es potencialmente más efectiva que las realizadas por la corporación, hay sin embargo, tener en cuenta la alineación de la cultura corporativa con el universo de marca y hacer partícipes a los trabajadores en las tomas de decisión del Corporate (Corporate, gestión estratégica de todos los activos -tangibles y intangibles- que afectan a una organización).

Con este posicionamiento los trabajadores se convierte con embajadores de marca, portavoces fuertemente implicados y comprometidos con la empresa, emisores que generan mensajes y conversación pública con los stakeholders externos, de forma natural, creíble y convincente.

El Employee Advocacy tiene un impacto comunicativo externo que garantiza y multiplica el alcance comunicativo de la organización con sus audiencias e incrementa el recordatorio (Brand awareness) y la credibilidad de la marca.

Tiene un impacto interno porque incide en la motivación y el sentimiento de pertenencia de los trabajadores, potencia la estrategia de la comunicación interna y reduce el cuerpo de captación y retención del talento.

Pero esta estrategia no se realiza al azar, hay que implantar una metodología clave para garantizar el éxito del programa de Employee Advocacy. Un programa basado en la implicación emocional del trabajador con la organización, la formación en la cultura corporativa y el apoyo y la promoción personal y profesional.

Es necesario que las empresas busquen el potencial interno, que modelen la cultura corporativa interna y pongan en práctica los valores que promueve la marca y la actividad empresarial, hablamos de una comunicación sincera, natural y transparente protagonizada por los trabajadores.